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Voto de Quatermain80:
8
Intriga. Thriller Gracias a la ayuda de un educador, Gino consigue reintegrarse en la sociedad después de salir de la cárcel. Pero, a pesar de su buena voluntad y sus esfuerzos para hacer una vida normal, un inspector de policía no cree en su inocencia y le recuerda constantemente sus delitos anteriores. La continua presión del inspector y sus sospechas acaban arrastrándolo a cometer un homicidio. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efectivamente, y tal como apunta el título de esta crítica (libremente inspirado en una reflexión de Victor Hugo), se dan muchas ocasiones y circunstancias en las que esta dura dicotomía se presenta: ¿somos siempre justos con el criminal? Cuando lo declaramos culpable, ¿hacemos verdadera justicia, o simplemente apartamos de nuestra vista realidades aún más incómodas que el crimen que se le imputa? ¿Cabe, además, esperar una verdadera rehabilitación del condenado, creemos realmente en su posibilidad de reinserción? Acerca de todos estos interrogantes gira la historia que nos propone Jose Giovanni en esta dura y terriblemente escéptica película.

Gino Strabliggi es un antiguo ladrón de bancos al que se le concede el tercer grado, en buena medida gracias a la confianza que en su reinserción ha depositado su educador (algo así como un trabajador social destinado a la rehabilitación de presos); a pesar de las dificultades personales y las tentaciones de sus antiguos colegas maleantes, Gino desea llevar una vida honrada, pero no todo el mundo está dispuesto a admitir que puede volver a ser un ciudadano normal, empezando por un inspector de policía, que le perseguirá insistentemente.

La película, narrada desde el punto de vista del educador, que introduce y culmina la historia por medio de una voz en off escueta y desengañada, constituye una tremenda denuncia no sólo del funcionamiento de la justicia, sino también del concepto en sí que la sociedad ha creado de la misma. No se trata de presentar al típico hombre arrastrado al crimen por las circunstancias sociales, sino sobre todo demostrar que la sociedad prefiere condenar a juzgar, evitándose así la incómoda pregunta: de haber estado en la misma situación, ¿no habríamos podido reaccionar del mismo modo que el criminal? Y en caso de optar por la respuesta negativa, ¿estamos dispuestos a considerar sus razones?

Como en otras obras de Giovanni, la película es áspera, directa, presentando una particular visión de la realidad marcada por el escepticismo acerca de la sociedad y sus instituciones, que contrasta con una confianza sincera en las actitudes individuales, en las que sí cabe la solidaridad y la amistad. Espléndido guión, que combina sencillez formal con profundidad temática, y buena labor interpretativa, tanto de Alain Delon como de Jean Gabin. La película está muy bien estructurada, con un ritmo adecuado, logrando que el argumento avance siempre ganando en angustia y dramatismo; las secuencias finales, tremendas y casi mudas, calan profundamente en el espectador.

Continúa en spoiler, sin revelar detalles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quatermain80
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