Peter Pan: El infierno del Nunca Jamás
Terror
Sigue a Wendy Darling en su intento de rescatar a su hermano Michael de "las garras del malvado Peter Pan". Por el camino conoce a Campanilla, que en esta retorcida versión del cuento se verá tomando heroína, convencida de que es polvo de hadas. La famosa historia de Peter Pan reinventada como un film de terror por Jagged Edge Productions, productora de "Winnie the Pooh: Blood and Honey".
4 de abril de 2025
4 de abril de 2025
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un guion simplón y unos diálogos básicos discurre esta película de terror independiente que desmonta el clásico cuento de niños Peter Pan, el claro objetivo de la productora Jagged Edge es utilizar el nombre, al igual que hizo con las dos entregas de «Winnie the Pooh» para asegurarse un éxito morboso entre los fans del gore. Parece que esta práctica de convertir historias de nuestra infancia en espectáculos salpicados de sangre va a ser una práctica habitual.
Hay que valorar la puesta en escena que es realmente aterradora y la fotografía está bastante trabajada. Tampoco los efectos especiales son cutres, sino que las muertes son bastante espeluznantes, con imágenes incómodas de torturas y demás casquería.
Un oscuro giro a la historia original dirigida por Scott Chambers que hizo de Christopher Robin en «Winnie the pooh, el bosque sangriento» el año pasado. Perturba mucho ver que el «Polvo de hadas» es heroína y que Campanilla está enganchada, que el capitán Garfio está encadenado en un sótano, los cocodrilos aparecen en todas las televisiones continuamente matando animales, niños secuestrados en cuartos lúgubres etc..
Peter Pan no es más que un sádico secuestrador y pedófilo de pequeños que nos recuerda al Joker, también veremos muchas influencias en escenas que homenajean a films de culto de terror como «Posesión infernal» o «La matanza de Texas».
Un film mediocre que hubiera ganado mucho con un guion más potente, ya que no está mal mezclar la fantasía con la cruda realidad, mostrando a un depredador y asesino de niños disfrazado con alguna motivación estúpida y confusa.
Destino Arrakis.com
Hay que valorar la puesta en escena que es realmente aterradora y la fotografía está bastante trabajada. Tampoco los efectos especiales son cutres, sino que las muertes son bastante espeluznantes, con imágenes incómodas de torturas y demás casquería.
Un oscuro giro a la historia original dirigida por Scott Chambers que hizo de Christopher Robin en «Winnie the pooh, el bosque sangriento» el año pasado. Perturba mucho ver que el «Polvo de hadas» es heroína y que Campanilla está enganchada, que el capitán Garfio está encadenado en un sótano, los cocodrilos aparecen en todas las televisiones continuamente matando animales, niños secuestrados en cuartos lúgubres etc..
Peter Pan no es más que un sádico secuestrador y pedófilo de pequeños que nos recuerda al Joker, también veremos muchas influencias en escenas que homenajean a films de culto de terror como «Posesión infernal» o «La matanza de Texas».
Un film mediocre que hubiera ganado mucho con un guion más potente, ya que no está mal mezclar la fantasía con la cruda realidad, mostrando a un depredador y asesino de niños disfrazado con alguna motivación estúpida y confusa.
Destino Arrakis.com
4 de abril de 2025
4 de abril de 2025
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
(4'5/10)
Con la reciente pérdida de los derechos de Disney sobre algunos personajes, la puerta a nuevas interpretaciones y perspectivas se ha abierto de par en par. Uno de esos prismas se centra en invertir los cuentos que todos conocemos en historias de terror sádicas y truculentas. Este conjunto de cintas conforma el Twisted Childhood Universe, un grupo donde Winnie the Pooh, Bambi, Pinocho y Peter Pan tendrán su propia y oscura versión.
Todo comenzó con las dos infames primeras entregas de Winnie the Pooh, que, aun con su deficiente calidad, han ido generando interés entre los fans del género. Ahora, sorprendentemente, Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás (2025) ha llegado a los cines de España y, por unas cosas u otras, he acabado pagando la entrada.
Scott Chambers, director novel, lleva la ya macabra historia de Peter Pan a un terreno de perturbación más tangible, y, en su ánimo de crear un producto de entretenimiento de serie B medianamente serio, no falla estrepitosamente como las predecesoras de este universo, más teniendo en cuenta su novatez y el escaso presupuesto con el que cuenta.
Chambers se molesta, con mayor o menor éxito, en adaptar a los personajes con un mínimo respeto al cuento original mediante unas analogías desde la fantasía al mundo real que me han parecido correctas. El personaje de Campanilla es el más original y mejor trabajado, sobre todo por la forma en que se implementan los polvos de hadas. A su vez, el villano que es Peter Pan está construido decentemente, aunque resulta bastante cliché y estereotipado, pero tampoco pido mucho más.
Por otro lado, no deja de ser un slasher, y como tal debe tener violencia; una violencia quizás excesivamente dosificada, pero visualmente bien resuelta, con unos efectos prácticos que personalmente me han gustado.
Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás (2025) me ha sorprendido. Iba con unas expectativas que rozaban el inframundo, y ha sido una hora y media donde no he mirado el reloj, donde me he entretenido y donde lo peor que tenía la película eran algunas actuaciones. Sin ser una joya, cumple con lo que promete. Y para los que disfrutan del terror de bajo presupuesto con ideas retorcidas, puede ser una curiosa parada en Nunca Jamás.
Con la reciente pérdida de los derechos de Disney sobre algunos personajes, la puerta a nuevas interpretaciones y perspectivas se ha abierto de par en par. Uno de esos prismas se centra en invertir los cuentos que todos conocemos en historias de terror sádicas y truculentas. Este conjunto de cintas conforma el Twisted Childhood Universe, un grupo donde Winnie the Pooh, Bambi, Pinocho y Peter Pan tendrán su propia y oscura versión.
Todo comenzó con las dos infames primeras entregas de Winnie the Pooh, que, aun con su deficiente calidad, han ido generando interés entre los fans del género. Ahora, sorprendentemente, Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás (2025) ha llegado a los cines de España y, por unas cosas u otras, he acabado pagando la entrada.
Scott Chambers, director novel, lleva la ya macabra historia de Peter Pan a un terreno de perturbación más tangible, y, en su ánimo de crear un producto de entretenimiento de serie B medianamente serio, no falla estrepitosamente como las predecesoras de este universo, más teniendo en cuenta su novatez y el escaso presupuesto con el que cuenta.
Chambers se molesta, con mayor o menor éxito, en adaptar a los personajes con un mínimo respeto al cuento original mediante unas analogías desde la fantasía al mundo real que me han parecido correctas. El personaje de Campanilla es el más original y mejor trabajado, sobre todo por la forma en que se implementan los polvos de hadas. A su vez, el villano que es Peter Pan está construido decentemente, aunque resulta bastante cliché y estereotipado, pero tampoco pido mucho más.
Por otro lado, no deja de ser un slasher, y como tal debe tener violencia; una violencia quizás excesivamente dosificada, pero visualmente bien resuelta, con unos efectos prácticos que personalmente me han gustado.
Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás (2025) me ha sorprendido. Iba con unas expectativas que rozaban el inframundo, y ha sido una hora y media donde no he mirado el reloj, donde me he entretenido y donde lo peor que tenía la película eran algunas actuaciones. Sin ser una joya, cumple con lo que promete. Y para los que disfrutan del terror de bajo presupuesto con ideas retorcidas, puede ser una curiosa parada en Nunca Jamás.
17 de abril de 2025
17 de abril de 2025
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La culpa es mía por mirar "Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás" a la noche cuando me recomendaron no ver películas de terror ni violentas antes de dormir porque tengo pesadillas.
Que hagan este tipo de películas con los personajes clásicos de Disney sinceramente me molesta.
Porque es arruinarle la infancia a los chicos como lo dije en la crítica anterior de "Winnie Pooh: Sangre y Miel".
No entiendo porqué tienen la manía de convertir a los personajes de Disney encantadores en asesinos y muy oscura para los niños.
Si se hiciera un personaje nuevo en vez de Peter Pan quedaría algo mejor de terror pero no me gustó la película.
Pudo haber sido atrapante pero no me gusta que pongan también a Campanita que es tierno como asesino también.
La peor película en lo que va del año. Ni "Blancanieves" es tan mala comparada con este despropósito de película.
Creo que comparada con "Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás" podría defender a "Blancanieves" con un regular o buena no sé.
Perdón que lo diga así. No soy de criticar duramente las películas pero cuando son malas con ganas vale la pena.
Y como si no tuviéramos suficiente ahora se vienen "Bambi" y "Pinocho".
Prefiero olvidarlas y quedarme con los clásicos de Disney que son encantadores.
Olvidable.
Que hagan este tipo de películas con los personajes clásicos de Disney sinceramente me molesta.
Porque es arruinarle la infancia a los chicos como lo dije en la crítica anterior de "Winnie Pooh: Sangre y Miel".
No entiendo porqué tienen la manía de convertir a los personajes de Disney encantadores en asesinos y muy oscura para los niños.
Si se hiciera un personaje nuevo en vez de Peter Pan quedaría algo mejor de terror pero no me gustó la película.
Pudo haber sido atrapante pero no me gusta que pongan también a Campanita que es tierno como asesino también.
La peor película en lo que va del año. Ni "Blancanieves" es tan mala comparada con este despropósito de película.
Creo que comparada con "Peter Pan: Pesadilla en Nunca Jamás" podría defender a "Blancanieves" con un regular o buena no sé.
Perdón que lo diga así. No soy de criticar duramente las películas pero cuando son malas con ganas vale la pena.
Y como si no tuviéramos suficiente ahora se vienen "Bambi" y "Pinocho".
Prefiero olvidarlas y quedarme con los clásicos de Disney que son encantadores.
Olvidable.
8 de abril de 2025
8 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Utilizar cuentos clásicos para transformarlos en historias de terror es una manera segura de atraer al público. Si esta historia no fuera una adaptación de Peter Pan, sería una película de terror totalmente simple, inspirada en otras obras más convincentes y mejor desarrolladas. Pero, evidentemente, resultó impactante ver a Peter Pan, un personaje inocente con el que todos crecimos desde nuestra más tierna infancia, siendo un psicópata retorcido.
Visualmente, la película es plana, hay pocos escenarios y ninguno es impactante. La casa de Peter Pan tiene su toque espeluznante y las escenas de violencia tienen fuerza por su precisión y tortura, aunque se podrían haber esforzado más en los efectos especiales y en los detalles de la casa.
En general, la película tiene su gracia, pero podría estar mucho mejor.
Visualmente, la película es plana, hay pocos escenarios y ninguno es impactante. La casa de Peter Pan tiene su toque espeluznante y las escenas de violencia tienen fuerza por su precisión y tortura, aunque se podrían haber esforzado más en los efectos especiales y en los detalles de la casa.
En general, la película tiene su gracia, pero podría estar mucho mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es increíblemente escalofriante ver a Peter Pan como un pedófilo que secuestra a niños varones y a niñas trans para aprovecharse de ellos o asesinarlos. No muestran directamente escenas abusando sexualmente de niños, pero sí que sabemos que se siente atraído por ellos. Se obsesionó con Campanilla, una chica trans que a lo largo de los años se volvió adicta a sus polvos de hada, la heroína. Probablemente Peter Pan tenga un fetiche en la identidad transgénero de Campanilla, y por ese motivo la escogió como compañera de vida y la mantuvo a su lado.
El final es satisfactorio porque Wendy logra rescatar a su hermano, quien había sido secuestrado. Pero nada de lo que sucede es verosímil. No explican cómo Peter Pan escoge a sus víctimas, ni cómo las localiza, no tiene sentido que Garfio haya logrado escapar sin ayuda después de años siendo un cautivo, y la escena final, cuando Wendy agarra el teléfono y escucha la música de Peter Pan, es completamente innecesaria, pues es imposible que él estuviera vivo y que siguiera molestando a niños.
Y es muy notorio que la película es de bajo presupuesto, no solo porque muestran exactamente el mismo escenario casi todo el tiempo, sino que también porque muchas escenas son visualmente miserables, como cuando el hermano de Wendy se encuentra en una habitación oscura rodeado de muñecos, esa escena impactaría más si tuvieran dinero para mejorarla estéticamente. Por lo menos, compensan con los sustos bien hechos y las torturas gores.
El final es satisfactorio porque Wendy logra rescatar a su hermano, quien había sido secuestrado. Pero nada de lo que sucede es verosímil. No explican cómo Peter Pan escoge a sus víctimas, ni cómo las localiza, no tiene sentido que Garfio haya logrado escapar sin ayuda después de años siendo un cautivo, y la escena final, cuando Wendy agarra el teléfono y escucha la música de Peter Pan, es completamente innecesaria, pues es imposible que él estuviera vivo y que siguiera molestando a niños.
Y es muy notorio que la película es de bajo presupuesto, no solo porque muestran exactamente el mismo escenario casi todo el tiempo, sino que también porque muchas escenas son visualmente miserables, como cuando el hermano de Wendy se encuentra en una habitación oscura rodeado de muñecos, esa escena impactaría más si tuvieran dinero para mejorarla estéticamente. Por lo menos, compensan con los sustos bien hechos y las torturas gores.
21 de abril de 2025
21 de abril de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
La premisa suena a borrachera creativa, Wendy, con cara de no haber dormido en años, regresa a Nunca Jamás para salvar a su hermano de un Peter Pan convertido en psicópata con complexión de influencer fitness ¿Y Campanilla? Aquí no brilla, es una adicta al polvo de hadas, léase heroína, que vuela como una mosca en una lámpara. El resto es un collage de tripas, hachas y diálogos que parecen traducidos por el traductor de Google.
El guion no tiene vergüenza ni ambición, nada escena es un pretexto para salpicar la pantalla con más gore que coherencia. ¿Por qué Peter es malo ahora? ¿Qué le pasó a los Niños Perdidos? Da igual, la película avanza tropezando entre jump scares y momentos que quieren ser irónicos pero acaban siendo patéticos, hasta un slasher necesita un mínimo de lógica, y aquí ni eso.
Scott Chambers dirige como si le hubieran apostado que no podría imitar a Rob Zombie y hubiera perdido. Quiere que Nunca Jamás sea tenebroso, pero sus planos oscuros solo logran que te preguntes si se fue la luz en el set, la atmósfera es tan siniestra como un pasillo de hospital vacío, y el ritmo oscila entre aburrido y frenético.
El elenco actúa como si les hubieran pagado en cheques sin fondos. La Wendy de turno se limita a correr, gritar y poco más. Peter Pan, por su parte, interpreta al villano con la sutileza de un payaso en un funeral, dientes apretados, risita histérica y cero carisma.
Pero el premio a lo más surrealista se lo lleva Campanilla, entre espasmos, alucinaciones y un traje que parece hecho con restos de una fiesta rave, su actuación es tan trágica como cómica. No ayuda que el guion la reduzca a un chiste sobre drogas que envejeció mal en los 90.
El apartado visual es muy pobre, la dirección artística no logra construir un Nunca Jamás reconocible ni atmosférico, y los efectos especiales, especialmente en el apartado gore, se ven claramente limitados por un presupuesto escaso. El maquillaje y las prótesis son irregulares y, en ocasiones, directamente ridículos.
La fotografía no aprovecha el potencial fantástico del universo original, y la música pasa desapercibida, sin generar ni tensión ni identidad.
Es una reinterpretación fallida, que parte de una idea provocadora pero no consigue construir nada sólido a partir de ella. Con un guion torpe, dirección sin personalidad y una ejecución técnica floja, se queda en un ejercicio de shock vacío, que no es ni lo suficientemente divertido como para ser serie B autoconsciente, ni lo bastante sólido como para funcionar como película de terror.
Para fans del terror trash más extremo o curioso, puede tener cierto valor anecdótico, para el resto, es una experiencia prescindible.
El guion no tiene vergüenza ni ambición, nada escena es un pretexto para salpicar la pantalla con más gore que coherencia. ¿Por qué Peter es malo ahora? ¿Qué le pasó a los Niños Perdidos? Da igual, la película avanza tropezando entre jump scares y momentos que quieren ser irónicos pero acaban siendo patéticos, hasta un slasher necesita un mínimo de lógica, y aquí ni eso.
Scott Chambers dirige como si le hubieran apostado que no podría imitar a Rob Zombie y hubiera perdido. Quiere que Nunca Jamás sea tenebroso, pero sus planos oscuros solo logran que te preguntes si se fue la luz en el set, la atmósfera es tan siniestra como un pasillo de hospital vacío, y el ritmo oscila entre aburrido y frenético.
El elenco actúa como si les hubieran pagado en cheques sin fondos. La Wendy de turno se limita a correr, gritar y poco más. Peter Pan, por su parte, interpreta al villano con la sutileza de un payaso en un funeral, dientes apretados, risita histérica y cero carisma.
Pero el premio a lo más surrealista se lo lleva Campanilla, entre espasmos, alucinaciones y un traje que parece hecho con restos de una fiesta rave, su actuación es tan trágica como cómica. No ayuda que el guion la reduzca a un chiste sobre drogas que envejeció mal en los 90.
El apartado visual es muy pobre, la dirección artística no logra construir un Nunca Jamás reconocible ni atmosférico, y los efectos especiales, especialmente en el apartado gore, se ven claramente limitados por un presupuesto escaso. El maquillaje y las prótesis son irregulares y, en ocasiones, directamente ridículos.
La fotografía no aprovecha el potencial fantástico del universo original, y la música pasa desapercibida, sin generar ni tensión ni identidad.
Es una reinterpretación fallida, que parte de una idea provocadora pero no consigue construir nada sólido a partir de ella. Con un guion torpe, dirección sin personalidad y una ejecución técnica floja, se queda en un ejercicio de shock vacío, que no es ni lo suficientemente divertido como para ser serie B autoconsciente, ni lo bastante sólido como para funcionar como película de terror.
Para fans del terror trash más extremo o curioso, puede tener cierto valor anecdótico, para el resto, es una experiencia prescindible.
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