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Moana 2Animación

Animación. Musical. Fantástico. Aventuras Tras recibir una inesperada llamada de sus antepasados, Vaiana debe viajar a los lejanos mares de Oceanía y adentrarse en peligrosas aguas perdidas para vivir una aventura sin precedentes. Secuela de "Vaiana".
Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
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5
29 de noviembre de 2024
28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Vaiana 2' es una secuela bastante digna y Disney va a arrasar, pero no la he sentido tan cuidada como la estupenda primera película.

La decisión por parte de Disney de convertir lo que iba a ser una serie de televisión en 'Vaiana 2' fue bastante inteligente desde el punto de vista empresarial. A fin de cuentas, la estupenda primera entrega fue un éxito notable y luego se ha convertido en un poco menos que un fenómeno gracias al streaming. La gran duda estaba en hasta qué punto la secuela de 'Vaiana' se iba a verse resentida por ese cambio anunciado apenas meses antes de su estreno.

Con 'Vaiana 2' tengo sensaciones encontradas. Por un lado tenemos una secuela bastante digna que ofrece lo suficiente al espectador para pasar un rato más menos entretenido y que no me cabe duda que va a arrasar en taquilla. Por otro se trata de una película muy alejada del nivel de su predecesora en la que se nota que se no se ha dedicado el mismo nivel de mimo para hacerla realidad.

Si 'Vaiana' era una historia de descubrimiento para su protagonista, 'Vaiana 2' se centra en su crecimiento como líder, mostrando de hasta qué punto es capaz de llegar por sí sola. Eso lleva a que su camino y el de Maui van por separado durante una gran parte del metraje, lo cual lleva a no aprovechar al máximo la buena química existente entre ambos personajes hasta el punto de que uno se empieza a preguntar qué cuando podremos verle juntos.

Está claro que eso sucede principalmente de cara al inevitable enfrentamiento con el gran villano de la función. Ahí 'Vaiana 2' se desmarca de la posibilidad de mostrarle en exceso, ya que lo que importa aquí no es tanto todo lo que puede llegar a hacer como plantear una misión muy concreta para el personaje principal. Como tal es suficientemente eficaz para impulsar la historia hacia delante, pero también queda la sensación de estar guardándose de cosas para una tercera entrega bastante probable a poco que la película que nos ocupa tenga el enorme éxito que se está pronosticando.

Me estoy adelantando demasiado para llegar a una conclusión a la que realmente se puede llegar al de pocos minutos de metraje: 'Vaiana 2' es una película meramente funcional. Con eso no quiero decir que sea mediocre, pero sí que parece conformarse con estar ligeramente por encima de ello. Un poco como querer salir del paso con un proyecto en el que hay varios detalles que delatan su origen televisivo.

Desde el hecho de que visualmente cumpla pero en ningún momento deslumbre hasta el uso de unas canciones en las se echa muchísimo de menos a Lin-Manuel Miranda. Aquí tenemos temas resultones en el mejor de los casos y en ocasiones algo anodinos, por lo que no esperéis nada ni remotamente a la altura 'How Far I'll Go' -aunque hay una canción que tiene bastante de sucesora, otra cosa es que a un nivel bastante por debajo-, 'You're Welcome' o 'Shiny'. Tampoco es que las canciones compuestas por Abigail Barlow y Emily Bear sean malas, pero ya me había olvidado de ellas durante el camino a casa después de ver 'Vaiana 2'.

Sin embargo, donde me queda claro que 'Vaiana 2' iba a ser una serie de televisión es en la presencia de tres personajes nuevos con más peso del esperado en la trama. Cero dudas de que algún episodio de esa serie habría girado alrededor de ellos para así llegar a una cantidad mínima de episodios y en su lugar acaban reducidos a meros comparsas con una función puramente cómica. ¿Molestan? Tampoco es eso, pero sí que se quedan a medio gas y uno llega a preguntarse qué pintan exactamente ahí más allá de algunas necesidades narrativas concretas que seguro que podrían haberse resuelto de otra forma.

Dicho todo esto puede parecer que he acabado espantado con 'Vaiana 2', pero lo cierto es que la película tiene la suficiente unidad para funcionar como una nueva aventura y que no se limita a ser una mera repetición de su predecesora. Es verdad que tiene bastante de apuesta segura, sobre todo en lo referente a la vuelta de personajes -aunque al menos el regreso de los Kakamora sirve para darles un enfoque nuevo  esas curiosas criaturas-, pero sus responsables han sabido manejar muy bien la confianza que tiene ahora su protagonista para darle otro aire.

Eso ayuda a que 'Vaiana 2' funcione como pasatiempo y seguramente conquiste a millones de niños que simplemente estaban deseando volver a ese universo que han desgastado ya la primera entrega por la enorme cantidad de veces que la han visto a lo largo de los años. Lo que también tengo muy claro es que es una película muy inferior que está peligrosamente cerca de ser mero contenido y algo cercano a esa magia Disney que sí tenía su predecesora.

Puntuación: 5 sobre 10.
6
27 de noviembre de 2024
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recién salido de la correspondiente sala de cine, me descubro a mí mismo pensando en 'Vaiana 2' en los mismos términos que en 'Frozen 2' -según creo recordar a bote pronto...- cuando en su momento resulta que con 'Vaiana' tuve la misma sensación que tuve con 'Frozen, el reino del hielo', según me lo confirma la hemeroteca, béndita hemeroteca que me ayuda al igual que a Disney a solventar la papeleta de forma fácil, rápida, cómoda y sencilla. Es lo que tienen las secuelas, y demás derivados.

No soy un especial entusiasta ni de 'Vaiana' ni de 'Frozen, el reino del hielo', pero guardo un buen recuerdo de ambas. No tan bueno como de '¡Rompe Ralph!', pero sí un buen recuerdo. No soy un especial entusiasta, y aunque me dejaron algo frío se puede decir que disfruté de ambas. Como también disfruté de 'Ralph rompe Internet' y 'Frozen 2'; o ahora de 'Vaiana 2', tres secuelas que aun luciendo de forma más o menos parecida, son significativamente inferiores a sus originales respectivos.

Por más que Disney rara vez no dé la cara, por más que Disney rara vez no presente una cinta de animación como mínimo decente y respetable, no sólo en lo técnico y audiovisual. Como son el caso de las tres citadas secuelas, toscas réplicas con la intención de servir como expansiones que carecen de la entidad propia suficiente como para valerse por sí mismas. Incluso para valerse con (o sin) orgullo como películas, no siendo 'Vaiana 2' una excepción y dejar de sentirse más una secuela que una película.

Una entretenida y digna secuela que, pocas dudas tengo, agradará en una medida más que razonable a los fans de la primera, por descontado algo más compacta, lograda y que además contaba con más y mejores "picos de interés". De hecho está la principal diferencia entre ambas: Esos ocasionales grandes momentos que impulsaban el primer filme pero que en 'Vaiana 2', por más que sus responsables parezcan intentar emular, no logran romper su mantenida y episódica consonancia narrativa.

En cualquier caso, tiene una primera película por delante que le cubre las espaldas y cuya inercia heredada, muy posiblemente, sea más que suficiente como para respaldar su condición de digno pasatiempo "disneyniano". A veces queremos más de lo mismo, pero no sabemos conformarnos con más o menos lo mismo. 'Vaiana 2', al igual que 'Ralph rompe Internet' y 'Frozen 2', son simplemente secuelas. Secuelas, por otro lado, estrenadas en salas de cine, y no directamente en VHS o Disney+...

... aunque en el caso de 'Vaiana 2' se haga evidente demasiado a menudo y de forma recurrente su origen como serie de televisión que, sobre la marcha y a trompicones, ha sido reconvertida en una película. Perdón, en una secuela cuyas heridas de guerra pueden no ser tan molestas como evidentes, por más que si redunden en un producto menos consistente y a la postre menos disfrutable de lo que tal vez sí, tal vez no hubiera podido ser de haber sido una película y no una secuela; o más bien, un producto.
4
6 de diciembre de 2024
23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he aburrido prácticamente desde el primer minuto porque la historia no me engancha, las canciones son muy flojas y el sentido del humor brilla por su ausencia.

Nada que ver con la primera parte que fue uno de los mejores títulos animados de la década pasada. Con una banda sonora y unas canciones fantásticas que se recuerdan con cariño y emoción, y una historia amena y espectacular protagonizada por personajes carismáticos entre los que había química.

Aquí la trama me deja indiferente y consulto la hora compulsivamente esperando que termine este tostón carente de gracia y enjundia.
1
7 de diciembre de 2024
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película sensacional a nivel visual.
Todo lo demás es horroroso. Infame. Indigno de Disney.
El guión es...Imaginemos a un grupo de niños de 3 años hablando de su último sueño. Ese material lo envías a una lA y le dices que te cree una historia. Pues bien, el resultado de eso es probable que tuviera más sentido que lo que cuenta Vaiana 2. No solo todas las situaciones son forzadas, y risibles, sino que la mayoría de personajes son innecesarios para la historia, vacíos y sin gracia.
Y todo sazonado con aburridos números musicales que no hacen avanzar la historia (porque no hay historia).
Y con canciones horribles, sin melodía pero llenas de chillidos, fracasando una y otra vez en el intento de generar "música grandiosa".
Acaba la película con la sensación de ser incapaz de hacer una sinopsis de lo que has visto y con los oídos reventados.
Un batacazo descomunal de Disney que sigue caminando con paso firme hacia la intrascendencia. Una lástima
5
7 de diciembre de 2024
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Puede una película ser disfrutable y, al mismo tiempo, frustrante porque sabes que podría ser mucho mejor?

Moana (o Vaiana) 2 es el ejemplo perfecto de este raro fenómeno cinematográfico. Por un lado, la animación es espectacular, suave, orgánica, y tan bien trabajada que casi no debería ser motivo de elogio: en este tipo de producciones, ya es (o debería ser) la norma. La historia es sencilla como ella sola, el clásico viaje del héroe de toda la vida, pero en esa simplicidad radica también parte de su encanto.

Los personajes son memorables, aunque caminan peligrosamente cerca de la línea del estereotipo, desviándose lo justo para resultar "únicos". Eso sí, otra cosa es la utilidad que se le da a cada uno (algo que discutiré más adelante, en la parte con spoilers). En cuanto a las canciones, tengo que admitir que, al menos para mí, lograron lo que muchas otras películas musicales no consiguen (cof, Wicked, cof): darme algún escalofrío y dejarme con una sonrisa de oreja a oreja.

Está claro que esta película ha sido diseñada y manufacturada con la precisión de un reloj suizo para conquistar a su público objetivo: los niños. Tanto es así que incluso consiguió, durante gran parte del metraje, ilusionar a mi niño interior. Disney, como siempre, sabe lo que hace: es una máquina bien engrasada para generar dinero. Porque no nos engañemos, la entrada de un niño al cine no llega sola; arrastra también la entrada de sus padres, hermanos, y posiblemente algún amigo o primo.

Sin embargo, y a pesar de que los millones en taquilla dejan claro que Disney tiene la fórmula para el éxito, esta película tiene fallos. Y, a mi juicio, todos recaen en un guion que decide no arriesgarse ni un ápice. Por una vez, la famosa pregunta que los Simpsons convirtieron en meme, "¿Es que nadie piensa en los niños?", se da la vuelta y se transforma en su opuesto: "¿Es que nadie piensa en los padres?"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Primero, vamos a hablar de la tripulación del barco: Moana, una Mary Sue de manual (aunque los guionistas intenten disimularlo haciéndola repetir que, desde que dejó la isla, no ha hecho ni una sola cosa bien... ¿perdona?), ejerce como capitana de una banda de auténticos incompetentes. Bueno, salvo Loto, claro, que no para de salvar la situación una y otra vez: tunea el barco cuando esta destruido o cuando la trama lo necesita y se saca soluciones milagrosas de la chistera continuamente.

¿Y el resto? Completamente inútiles.

Kele, el viejo gruñón granjero que no sabe nadar, está ahí para pausas cómicas y nada más. Moni, el historiador fortachón y fan número uno, dos y tres de Maui, solo destaca en un breve momento al traducir las motivaciones de los cocos (y ya). El resto del tiempo: más pausas cómicas. El pollo y el cerdo... creo que ni hace falta explicar sus funciones, ¿verdad?

Incluso los guionistas se burlan de esto a través de Maui, cuando suelta a Moana: "Tienes mucho que mejorar en el proceso de reclutamiento". Y no podría estar más de acuerdo.

Ahora, el problema principal de la película no es este. El verdadero despropósito llega al final.

Entonces ¿Qué ocurre al final? Nuestros héroes logran salvar el día, levantan la maldición del ultra poderoso y mega malvado dios Nalo, y de paso, unen a todas las islas del Océano. Todo muy épico. Pero claro, en un viaje de esta magnitud, algo habrán tenido que perder, algún sacrificio habrá habido, ¿no? ¿No...?

Pues no. Ni uno.
No solo nadie pierde nada, sino que en la batalla final, una lucha contra un dios que supuestamente es el azote de los mares y destructor de islas, tampoco hay consecuencias significativas. Y para colmo: Moana se convierte en una semidiosa como Maui.

¡Por las barbas de Poseidón! El momento que prometía tensión y sacrificio se convierte en una payasada. Maui parece perder su condición de deidad y Moana, fulminada por un rayo destructor mientras levanta la maldición, parece morir... ¡pero no! Aparece una ballena luminosa que se transforma en los espíritus sagrados, resucita a Moana con cánticos aleatorios y, de paso, le regala a Maui una sesión de tatuajes gratis que le devuelve la condición de semidios que parecía haber perdido durante la lucha. Por supuesto, el tatuaje animado sigue en el pecho, tan fresco como siempre, como si nunca hubiera perdido sus poderes.

La historia necesitaba un sacrificio. El de Maui, concretamente.
Imagina que, al ser alcanzado por el rayo mientras levantaba la isla, Maui usara sus últimas fuerzas para acercarla a Moana antes de ser destruido. Ni siquiera tendría que morir: podría desaparecer durante el resto del metraje, quedando pendiente su rescate en una hipotética Moana 3.

Después, Moana podría ser alcanzada por el rayo mientras levanta la maldición, el océano recoge su cuerpo, y Moni —sí, Moni, el historiador fortachón que hasta ahora solo servía para traducir cocos— tendría su momento de gloria liderando los cánticos de resurrección, que al ser historiador puede conocer perfectamente. Esto no solo lo haría útil, sino que daría un toque profético a algo que dice momentos antes del enfrentamiento final: "Llevo años contando las historias de nuestro pueblo. Por fin formaré parte de una de ellas".

El resto podría quedarse igual. Moana resucita, el dios es derrotado, y todo termina con un mensaje claro: para cambiar el mundo, hay que estar dispuesto a perder algo importante.

No pido tanto, de verdad. Solo un poquito de riesgo, un cambio que evite esa sensación de que saliste del cine igual que entraste. Ahora mismo parece que todo lo que ocurre entre el Punto A y el Punto B es irrelevante porque nadie pierde absolutamente nada. Derrotan a un dios todopoderoso como quien se toma un café y, de paso, se encuentran diez euros en el suelo.

Arriesgaros un poco, por favor. Porque, sinceramente, ¿es un buen mensaje para las generaciones venideras enseñarles que no hay que sacrificar nada para hacer lo correcto?
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