S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson (la de 2017). Recuerdo que comenzó con una promesa, un soplo de aire fresco dentro del procedural policial. Tenía acción decente, personajes con cierta química y tramas que, sin ser revolucionarias, entretenían. Pero, ¡ay!, como tantas otras, sucumbió a la tentación de subirse al carro de la corrección política más estridente, y lo que empezó siendo un entretenimiento aceptable terminó convirtiéndose en un vehículo de sermones moralizantes con ínfulas de trascendencia social.

Al principio, Shemar Moore como Hondo, ("casualmente" afroamericano) aportaba carisma y liderazgo, y el equipo tenía una dinámica creíble. Las misiones eran tensas, con una dosis justa de espectáculo. Pero, progresivamente, la serie fue virando hacia un púlpito desde el que aleccionar al espectador sobre los males del mundo, con una insistencia que llegaba a ser bochornosa.

Y sí, la sombra del Black Lives Matter se alargó peligrosamente sobre la narrativa. No se trataba de explorar temas relevantes con la profundidad y el matiz que merecían, sino de adoctrinar con mensajes simplistas y unidimensionales. Cada caso parecía diseñado para subrayar una injusticia social específica, con personajes que se convertían en meros portavoces de una ideología concreta. La sutileza se esfumó, dejando paso a la pancarta y al discurso aleccionador.

Lo que pudo ser una serie de acción sólida y entretenida se diluyó en un mar de buenas intenciones mal ejecutadas y una agenda ideológica tan pesada que lastró el ritmo y la credibilidad de las tramas. Los personajes, antes imperfectos y humanos, se transformaron en modelos de virtud inmaculados, incapaces de una sombra de duda o un atisbo de complejidad.

En definitiva, S.W.A.T. (la de 2017) es un claro ejemplo de cómo una serie con potencial puede naufragar al sucumbir a la necesidad de pontificar y adoctrinar, olvidando que su principal cometido era, o al menos debería haber sido, entretener. Una lástima, porque los primeros compases apuntaban a algo mucho más disfrutable y menos… sermoneador.