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Voto de Ferdydurke:
3

Voto de Ferdydurke:
3
7,3
16.178
Western. Bélico
George Custer (Errol Flynn) llega a la Academia de West Point lleno de arrogancia y vanidad. Aunque su carácter indisciplinado le ocasionará numerosos problemas con sus superiores, debido a la acuciante necesidad de oficiales para la Guerra de Secesión (1861-1865), es enviado al frente. Terminada la guerra, se casa con Beth (Olivia de Havilland), pero pronto le asignan un nuevo destino: la guerra contra los indios. Al frente del Séptimo ... [+]
24 de diciembre de 2024
24 de diciembre de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El paseíllo. Paseo por el amor y la muerte.
La primera hora es una comedia boba y simpática, la segunda, un dramón maniqueo y fantasioso gozoso de tres a la peseta, en general, una deliciosa protuberancia pirotécnica poco enciclopédica enloquecida de las que ya no quedan en la que los negros son buenos, de tan simples, cortitos, silvestres animalillos, pillos, candorosos, pícaros, supersticiosos amorosos, los indios son buenos, pero carne de cañón al fin y al cabo, y hablan raro, monosilábicos, como los criados ya citados, aquí un mexicano, Antonio, hace de ellos, un hispano, como eran tantos indios o nativos norteamericanos, católicos, de pura cepa, y que chapurreaban el de Cervantes idioma, para que se sepa, alumbra, y los gringos, blancos por supuesto, son buenos, faltaría menos (salvo dos o tres ovejas negras descarriadas, tópico por antonomasia en este tipo de producciones en las que se carga o suele cargar el mochuelo a gajos sueltos, nunca al sistema podrido corrupto y rapaz voraz hasta las trancas entero, se buscan chivos expiatorios, paz y gloria, pormenores, los muertos no se tocan, nene, adelante, apunta, aprende, invade, prevalece, parabienes, plácemes), ya que, aunque tengan sus más y sus menos, están siempre dispuestos a cumplir los tratados guerra civil mediante o de por medio, Lincoln en el pensamiento o frontispicio, atalaya, riñas de (riñen como) hermanos, ferrocarriles a todo trapo, en resumen, una exaltación altisonante atiborrada delirante y despelotada, además de los valores castrenses, de un gracioso ganso enajenado sinsorgo, peligro público número uno, borrachuzo, a mí sabino que los arrollo, será por huevos, Kamikaze avant la lettre, trepa como pocos, arraso, que pasa por encima de todos, (Iré como un) caballo loco, con tal de conseguir su objetivo, de la muerte novio, de Cristo legionario, su verdadera esposa o empresa, a mayores, la parca, la perra guerra, sin duda, la otra, Olivia, gavilana que no paloma, en resumidas cuentas, poco importa o cuenta, decora, apoya (Académica palanca), es de repuesto, entremeses, las sobras, lo que se come o picotea antes de que llegue lo que realmente cuenta o nos gusta y sacia, el acabose, el primer plato, de ahí que no pueda o podía estar a solas con ella sin darse desesperadamente a la bebida, a puerta gayola, saca el güisqui cheli para el personal que nos vamos de fiesta, por eso la batalla, tanta tumba, a espuertas, como lejos de casa, en lugar cualquiera, por huir de ella, no hay otra, el resto, inventa, escapa, antes la guadaña que la parienta, el casamiento es del horror la antesala, cuestión de prioridades o preferencias, de expectativas y frecuencias y lo que te rondaré morena, caracteres y destinos, sueña, como Aquiles (o Eneas, el guionista se llama o llamaba tal cual que así, todo casa o rima, érase una vez, la vida), por decir algo, busca la gloria, espicharla, más pronto que tarde, a toda hora, y dejar un bonito cadáver, sea, al viento la melena, se suelta, el terror de las nenas, un biopic o retrato o hagiografía como dios manda, menea, cualquier parecido con la realidad es una onomatopeya, Alaska, de una estrella del rock la historia, y la histeria, y la historieta, icono pop, de fácil consumo entre (al calor de) las masas, propaganda, como, coño, cono, un anuncio de la tele, largo, y cayo, colonia, sí, bwana, entre los súbditos del imperio, las cadenas amo, aprieta más fuerte, lo que usted diga u ordene, jefe, para servirle, nos postramos, de hinojos, de hisopos, para eso estamos.
Estamos, de hecho, en América, o no, más bien en el patio del colegio, los mismos dos o tres malotes o malosos y varios buenos buenazos se enredan y desenredan, lía, con tu pelo, un edredón de terciopelo, se buscan, a Susy o Susan desesperadamente, y se encuentran, como perras en celo, cada dos por tres, por todas las esquinas, se huelen y lamen, en er mundo es un pañuelo, a las pruebas me remito, una tómbola, tom ton, tómbola, una corrala, un patio de vecinos, comadreo, a lo largo del polvo del camino y en el de la puerta quicio, aunque allí las distancias geográficas sean o fueran mastodónticas o monstruosas, infinitas, qué importa, Sensación de vivir, para eso están los guiones, y los zapateros remendones, será por remiendos, encajes de bolillo o parches y ungüentos a borbotones, vivan las coincidencias, las semblanzas, las remembranzas, las semejanzas y lo que nos echen encima, los melodramas, los villanos y los héroes, las enormidades, las simplezas, las tragedias, las (amplias) tragaderas, el folletón y el folletín, las cebollas con crema, llora, nena, llora, en honor olor/loor del pueblo, y de las multitudes, contengo, vastedades, seguramente.
La primera hora es una comedia boba y simpática, la segunda, un dramón maniqueo y fantasioso gozoso de tres a la peseta, en general, una deliciosa protuberancia pirotécnica poco enciclopédica enloquecida de las que ya no quedan en la que los negros son buenos, de tan simples, cortitos, silvestres animalillos, pillos, candorosos, pícaros, supersticiosos amorosos, los indios son buenos, pero carne de cañón al fin y al cabo, y hablan raro, monosilábicos, como los criados ya citados, aquí un mexicano, Antonio, hace de ellos, un hispano, como eran tantos indios o nativos norteamericanos, católicos, de pura cepa, y que chapurreaban el de Cervantes idioma, para que se sepa, alumbra, y los gringos, blancos por supuesto, son buenos, faltaría menos (salvo dos o tres ovejas negras descarriadas, tópico por antonomasia en este tipo de producciones en las que se carga o suele cargar el mochuelo a gajos sueltos, nunca al sistema podrido corrupto y rapaz voraz hasta las trancas entero, se buscan chivos expiatorios, paz y gloria, pormenores, los muertos no se tocan, nene, adelante, apunta, aprende, invade, prevalece, parabienes, plácemes), ya que, aunque tengan sus más y sus menos, están siempre dispuestos a cumplir los tratados guerra civil mediante o de por medio, Lincoln en el pensamiento o frontispicio, atalaya, riñas de (riñen como) hermanos, ferrocarriles a todo trapo, en resumen, una exaltación altisonante atiborrada delirante y despelotada, además de los valores castrenses, de un gracioso ganso enajenado sinsorgo, peligro público número uno, borrachuzo, a mí sabino que los arrollo, será por huevos, Kamikaze avant la lettre, trepa como pocos, arraso, que pasa por encima de todos, (Iré como un) caballo loco, con tal de conseguir su objetivo, de la muerte novio, de Cristo legionario, su verdadera esposa o empresa, a mayores, la parca, la perra guerra, sin duda, la otra, Olivia, gavilana que no paloma, en resumidas cuentas, poco importa o cuenta, decora, apoya (Académica palanca), es de repuesto, entremeses, las sobras, lo que se come o picotea antes de que llegue lo que realmente cuenta o nos gusta y sacia, el acabose, el primer plato, de ahí que no pueda o podía estar a solas con ella sin darse desesperadamente a la bebida, a puerta gayola, saca el güisqui cheli para el personal que nos vamos de fiesta, por eso la batalla, tanta tumba, a espuertas, como lejos de casa, en lugar cualquiera, por huir de ella, no hay otra, el resto, inventa, escapa, antes la guadaña que la parienta, el casamiento es del horror la antesala, cuestión de prioridades o preferencias, de expectativas y frecuencias y lo que te rondaré morena, caracteres y destinos, sueña, como Aquiles (o Eneas, el guionista se llama o llamaba tal cual que así, todo casa o rima, érase una vez, la vida), por decir algo, busca la gloria, espicharla, más pronto que tarde, a toda hora, y dejar un bonito cadáver, sea, al viento la melena, se suelta, el terror de las nenas, un biopic o retrato o hagiografía como dios manda, menea, cualquier parecido con la realidad es una onomatopeya, Alaska, de una estrella del rock la historia, y la histeria, y la historieta, icono pop, de fácil consumo entre (al calor de) las masas, propaganda, como, coño, cono, un anuncio de la tele, largo, y cayo, colonia, sí, bwana, entre los súbditos del imperio, las cadenas amo, aprieta más fuerte, lo que usted diga u ordene, jefe, para servirle, nos postramos, de hinojos, de hisopos, para eso estamos.
Estamos, de hecho, en América, o no, más bien en el patio del colegio, los mismos dos o tres malotes o malosos y varios buenos buenazos se enredan y desenredan, lía, con tu pelo, un edredón de terciopelo, se buscan, a Susy o Susan desesperadamente, y se encuentran, como perras en celo, cada dos por tres, por todas las esquinas, se huelen y lamen, en er mundo es un pañuelo, a las pruebas me remito, una tómbola, tom ton, tómbola, una corrala, un patio de vecinos, comadreo, a lo largo del polvo del camino y en el de la puerta quicio, aunque allí las distancias geográficas sean o fueran mastodónticas o monstruosas, infinitas, qué importa, Sensación de vivir, para eso están los guiones, y los zapateros remendones, será por remiendos, encajes de bolillo o parches y ungüentos a borbotones, vivan las coincidencias, las semblanzas, las remembranzas, las semejanzas y lo que nos echen encima, los melodramas, los villanos y los héroes, las enormidades, las simplezas, las tragedias, las (amplias) tragaderas, el folletón y el folletín, las cebollas con crema, llora, nena, llora, en honor olor/loor del pueblo, y de las multitudes, contengo, vastedades, seguramente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuento naíf, infantil esquemático, construido conducido con mano de hiero, tan suave y tan dulce, entra, por un tubo, todo, padrecito (nuestro que está en los cielos con su de oro corazoncito tierno) que trata a sus espectadores como a sus hijos, que es lo que son realmente, sin disimulos, para qué, por qué, tan pequeñitos, recién nacidos, la b con la a, ba, la b con la a, ba, de babero esta visión del mundo y la historia, lo humano y el (sin)sentido, el maremagnum y el chupete, la épica, espuria, y el sonajero, mentidero, la espuma y la herida, de teta bebé, chupa, ávidamente, por un puño o puñado, de dólares.
Vigorosamente obvia, manipuladamente efectista y efectiva, definitivamente aleve, disfrutona, bonachona, un pedo de monja, bizca, un córcholis o ayayay de un beodo, algo llevadero, pasajero, encantador, chulo, ameba, idiota, inane, bonito, marquetería, decorado, inofensivo, blandito, académico, oficial, oficioso, así se crea o imprime la leyenda, así se forjan los hombres y los mitos, las letras y las armas, las ciencias y los medallones, del congreso, se crían las famas y las larvas, se ganan las contiendas y las conciencias, con mentiras gordas como cuellos de leñadores, y boberías para guarderías, de serrín y harina, rellenas, sea, el público votante medio democrático, ese jebo, tiene todo el derecho, toda la razón, incluso.
Como Jesucristo, no podía ser menos, Sacrificio de Tarkovski, ahí le andamos o rozamos, murió, sí, con las botas puestas, no como vino al mundo, Adán y Eva, desnudo, tampoco con las sandalias del pescador, por todos nosotros, por todos nuestros pecados horrendos a empellones, a montones, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén, por nuestra civilización y valores, por nuestros hijos y antepasados, todos los tiempos y los espacios concentrados arracimados en uno solo, dio la cara y la vida, todo lo que tenía, por un bien mayor o supremo, bravo, gracias, y se nota, y ahora lo disfrutamos y agradecemos, tanto, el grano dio sus fruto, su semilla crece o creció en terreno fértil, abonable, se expande, como Rio Grande.
¿Se quedará ella, centenaria, para vestir santos, con él, cincuentón en la hora definitiva, lo dobla, como le pasó con su compañero de reparto en La heredera, dios los cría y ellos y ellas hacen la guerra por su cuenta, viceversa, siempre en la memoria, o podrá volver al ruedo, al campo de juego, al culebreo?
En la secuencia final de despedida tan chula entre la pareja de marras es gracioso que tengan que recurrir al ardid o idea truco del almendruco del diario que se encuentra tan casualmente él al abrir al abur un cajón cualquiera, suele pasar, vas a por uvas y te das de bruces con el racimo entero, con el pan y el vino, el agua y los peces beben y vuelven a beber de frente, a punto de caramelo, maldita casualidad, quién lo diría, inverosímil como poco, para que a la gente le quede claro el mensaje pertinente o recado adecuado, denuedo, que se va a morir y lo sabe, y ella, y él, otra vez, y todos, nosotros, de paso, también lloramos, a mares, a ríos, lo anticipamos, esta noche cenamos en el infierno, au au, hasta nunca, hasta siempre.
Garry Owen, por supuesto, voto a bríos, me quito como Camarón la camisa, la/o parto, en dos, me saco el sombrero, hongo, la boina y la txapela, calvo, me quedo, tan feliz, orgulloso y contento.
Vigorosamente obvia, manipuladamente efectista y efectiva, definitivamente aleve, disfrutona, bonachona, un pedo de monja, bizca, un córcholis o ayayay de un beodo, algo llevadero, pasajero, encantador, chulo, ameba, idiota, inane, bonito, marquetería, decorado, inofensivo, blandito, académico, oficial, oficioso, así se crea o imprime la leyenda, así se forjan los hombres y los mitos, las letras y las armas, las ciencias y los medallones, del congreso, se crían las famas y las larvas, se ganan las contiendas y las conciencias, con mentiras gordas como cuellos de leñadores, y boberías para guarderías, de serrín y harina, rellenas, sea, el público votante medio democrático, ese jebo, tiene todo el derecho, toda la razón, incluso.
Como Jesucristo, no podía ser menos, Sacrificio de Tarkovski, ahí le andamos o rozamos, murió, sí, con las botas puestas, no como vino al mundo, Adán y Eva, desnudo, tampoco con las sandalias del pescador, por todos nosotros, por todos nuestros pecados horrendos a empellones, a montones, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén, por nuestra civilización y valores, por nuestros hijos y antepasados, todos los tiempos y los espacios concentrados arracimados en uno solo, dio la cara y la vida, todo lo que tenía, por un bien mayor o supremo, bravo, gracias, y se nota, y ahora lo disfrutamos y agradecemos, tanto, el grano dio sus fruto, su semilla crece o creció en terreno fértil, abonable, se expande, como Rio Grande.
¿Se quedará ella, centenaria, para vestir santos, con él, cincuentón en la hora definitiva, lo dobla, como le pasó con su compañero de reparto en La heredera, dios los cría y ellos y ellas hacen la guerra por su cuenta, viceversa, siempre en la memoria, o podrá volver al ruedo, al campo de juego, al culebreo?
En la secuencia final de despedida tan chula entre la pareja de marras es gracioso que tengan que recurrir al ardid o idea truco del almendruco del diario que se encuentra tan casualmente él al abrir al abur un cajón cualquiera, suele pasar, vas a por uvas y te das de bruces con el racimo entero, con el pan y el vino, el agua y los peces beben y vuelven a beber de frente, a punto de caramelo, maldita casualidad, quién lo diría, inverosímil como poco, para que a la gente le quede claro el mensaje pertinente o recado adecuado, denuedo, que se va a morir y lo sabe, y ella, y él, otra vez, y todos, nosotros, de paso, también lloramos, a mares, a ríos, lo anticipamos, esta noche cenamos en el infierno, au au, hasta nunca, hasta siempre.
Garry Owen, por supuesto, voto a bríos, me quito como Camarón la camisa, la/o parto, en dos, me saco el sombrero, hongo, la boina y la txapela, calvo, me quedo, tan feliz, orgulloso y contento.
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